Querido Yo del Futuro, me escribo esta carta por dos razones: primero, porque es una tarea para la materia Educación para la diversidad; segundo, porque me pareció una idea interesante y creativa. Nadie me conoce mejor que yo, por ende cualquier opinión o sugerencia que reciba de mí la voy a valorar como de quién viene. Sin más preámbulos, aunque me encanta este en particular por ser divertido, prosigo a cumplir la asignatura. El propósito de ésta, es poder mirar para atrás un día y preguntarme si cumplí con las expectativas que tenía sobre mi carrera en la docencia. Veremos. Ya conocemos nuestra propia historia, los docentes que nos formaron, los que hemos amado y los que llegamos a detestar. Tuvimos nuestras razones. Esto nos hizo reflexionar en el pasado sobre qué clase de profesora íbamos a ser si es que decidíamos empezar la carrera hace tiempo. Ya que aun continuamos siendo estudiantes, no tenemos la certeza de si nuestras ilusiones serán realidad o qué clase de futuro nos depara. Soñamos con ser la clase de profesora que haga que sus estudiantes amen la materia, que le pierdan el miedo a fallar, que aprendan a pensar y resolver por sí mismos con las herramientas que les demos, y algo un poco más ambicioso...que quizás nos ganemos un lugar en su corazón. Tuvimos afortunadamente profesores y profesoras de matemáticas que amaban su trabajo y se notaba. Que pasaban por los bancos para ayudar cuando sabían que éramos muy tímidas para levantar la mano y consultar nuestras dudas. Esa es la clase de docente que pretendemos ser. Te hablo a vos, mi Yo del futuro, ojalá note rindas y llegues hasta el final y que cuando esta carta llegue te rías de vos misma por lo ingenua y no que te lamentes por haber fallado. Que hayas experimentado tener muchas aulas repletas de adolescentes que te hayan desafiado cada día e impulsado a ser la mejor versión de vos misma. Espero que te hayas tropezado mucho y te hayas levantado con más fuerza como siempre hicimos. Como nos inspiró nuestra mamá y nuestra hermana ( y todas las demás mujeres de nuestra vida). Estoy segura que pudiste aprovechar al máximo los conocimientos que obtuviste en el Instituto y que conserves la humildad para seguir aprendiendo, de todos y cada uno de los compañeros que te vayan a rodear. Nosotras sabemos más que nadie que lo que nos dijo el profesor Amado el primer año era tan cierto entonces como ahora: que podemos aprender de todos, incluso de nuestros alumnos. Me despido de mí o de quién este leyendo esta carta en el futuro. Que el mañana me encuentre con salud y con mis esperanzas hechas realidad. Me quiero, me quise y me querré. Me abrazo.
By YoDelFuturo ®
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Querido Yo del Futuro, me escribo esta carta por dos razones: primero, porque es una tarea para la materia Educación para la diversidad; segundo, porque me pareció una idea interesante y creativa. Nadie me conoce mejor que yo, por ende cualquier opinión o sugerencia que reciba de mí la voy a valorar como de quién viene. Sin más preámbulos, aunque me encanta este en particular por ser divertido, prosigo a cumplir la asignatura. El propósito de ésta, es poder mirar para atrás un día y preguntarme si cumplí con las expectativas que tenía sobre mi carrera en la docencia. Veremos. Ya conocemos nuestra propia historia, los docentes que nos formaron, los que hemos amado y los que llegamos a detestar. Tuvimos nuestras razones. Esto nos hizo reflexionar en el pasado sobre qué clase de profesora íbamos a ser si es que decidíamos empezar la carrera hace tiempo. Ya que aun continuamos siendo estudiantes, no tenemos la certeza de si nuestras ilusiones serán realidad o qué clase de futuro nos depara. Soñamos con ser la clase de profesora que haga que sus estudiantes amen la materia, que le pierdan el miedo a fallar, que aprendan a pensar y resolver por sí mismos con las herramientas que les demos, y algo un poco más ambicioso...que quizás nos ganemos un lugar en su corazón. Tuvimos afortunadamente profesores y profesoras de matemáticas que amaban su trabajo y se notaba. Que pasaban por los bancos para ayudar cuando sabían que éramos muy tímidas para levantar la mano y consultar nuestras dudas. Esa es la clase de docente que pretendemos ser. Te hablo a vos, mi Yo del futuro, ojalá note rindas y llegues hasta el final y que cuando esta carta llegue te rías de vos misma por lo ingenua y no que te lamentes por haber fallado. Que hayas experimentado tener muchas aulas repletas de adolescentes que te hayan desafiado cada día e impulsado a ser la mejor versión de vos misma. Espero que te hayas tropezado mucho y te hayas levantado con más fuerza como siempre hicimos. Como nos inspiró nuestra mamá y nuestra hermana ( y todas las demás mujeres de nuestra vida). Estoy segura que pudiste aprovechar al máximo los conocimientos que obtuviste en el Instituto y que conserves la humildad para seguir aprendiendo, de todos y cada uno de los compañeros que te vayan a rodear. Nosotras sabemos más que nadie que lo que nos dijo el profesor Amado el primer año era tan cierto entonces como ahora: que podemos aprender de todos, incluso de nuestros alumnos. Me despido de mí o de quién este leyendo esta carta en el futuro. Que el mañana me encuentre con salud y con mis esperanzas hechas realidad. Me quiero, me quise y me querré. Me abrazo.
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