No sé en qué lugar del mundo estás leyendo esto, ni en qué etapa del alma te encuentras. Tal vez has cumplido sueños que ahora me parecen lejanos. Tal vez estás cansada, o brillando, o ambas cosas a la vez. Pero quiero recordarte quién fuiste cuando decidiste no huir de ti misma, cuando elegiste reconstruirte pedazo a pedazo, aunque temblaras por dentro. Te perdiste, sí, pero no te abandonaste. Y eso fue lo más valiente que hiciste. Perdiste gente en el camino. Te llamaron rara, fría, distante. No entendieron tu mundo porque no se atrevieron a habitar el suyo. Y tú, en silencio, fuiste creciendo. Sembraste belleza en ti aunque nadie la estuviera mirando. Te hiciste agua y raíz, te hiciste refugio para ti misma. Quiero que, pase lo que pase, nunca dejes de mirar el mundo como lo haces ahora: con una nostalgia que no pesa, con una sensibilidad que se convierte en arte, con esa forma tuya de ser casa aunque nadie toque la puerta. No olvides quién eres: una mujer espejo, una sirena entre ruinas y cielos abiertos, una flor que florece aunque no sea primavera. Y si alguna vez vuelves a sentir que no encajas, sonríe y no te desmorones. Porque eso significa que sigues siendo tú. Con amor y admiración, tu yo del pasado que aprendió a verse para que tú no tengas que esconderte jamás.
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.
No sé en qué lugar del mundo estás leyendo esto, ni en qué etapa del alma te encuentras. Tal vez has cumplido sueños que ahora me parecen lejanos. Tal vez estás cansada, o brillando, o ambas cosas a la vez. Pero quiero recordarte quién fuiste cuando decidiste no huir de ti misma, cuando elegiste reconstruirte pedazo a pedazo, aunque temblaras por dentro. Te perdiste, sí, pero no te abandonaste. Y eso fue lo más valiente que hiciste. Perdiste gente en el camino. Te llamaron rara, fría, distante. No entendieron tu mundo porque no se atrevieron a habitar el suyo. Y tú, en silencio, fuiste creciendo. Sembraste belleza en ti aunque nadie la estuviera mirando. Te hiciste agua y raíz, te hiciste refugio para ti misma. Quiero que, pase lo que pase, nunca dejes de mirar el mundo como lo haces ahora: con una nostalgia que no pesa, con una sensibilidad que se convierte en arte, con esa forma tuya de ser casa aunque nadie toque la puerta. No olvides quién eres: una mujer espejo, una sirena entre ruinas y cielos abiertos, una flor que florece aunque no sea primavera. Y si alguna vez vuelves a sentir que no encajas, sonríe y no te desmorones. Porque eso significa que sigues siendo tú. Con amor y admiración, tu yo del pasado que aprendió a verse para que tú no tengas que esconderte jamás.
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.