Querida Anita de Febrero: me sitúo hace un año ¿recuerdas cómo estábamos? Destrozadas pues, éramos un fracaso porque te diste cuenta que estábamos intoxicadas de autoexigencia y reglas, y ansiedad. Esa no era vida, cumplir con obligaciones y jamás descansar, llevarte al límite por las paes, destrozar tu propia salud a causa de una simple calificación, eso no era para nada sano. Pero sé que en ese momento todavía no procesabamos eso, no lo hacíamos, costó, costó mucho tiempo y lágrimas, muchos baldes de lágrimas. A veces pienso en eso constantemente, en lo mucho que perdí, perdimos a causa de nuestra sobreexigencia, todos esos momentos que postergamos, que dijimos que no queriendo decir que si, en aquellos días en los que ni siquiera veíamos la luz del sol porque estábamos con cuadernos y guías, ni siquiera nos permitiamos estar recostadas sobre el pasto, porque estábamos demasiadas sumergidas en ese bucle infinito, aquel en el que nos ahogamos, poquito a poco. Déjame decirte Anita, que hemos aprendido mucho, que aquel año que pensamos que iba a ser maldito, aquel año sabático que según nosotras iba a destrozar nuestra vida, pues a las finales resultó ser un año en el que aprendimos demasiadas cosas, más allá de los cuadernos, más allá de un lápiz, más allá de un puntaje. Aprendimos y desaprendimos conductas que nos hacían daño, cosas que tuvimos que dejar de hacer por nuestro bien. Si no nos hubiéramos tomado este año, jamás hubiésemos conocido a Don Mario, ni la señora Neve, ni la señora Inés, los cuales son tus jefes y te dieron trabajo, y han sido demasiados buenos con nosotras, demasiado, son personas maravillosas y serviciales. Jamás hubiésemos conocido a la Mari, una compañía llena de risas, o a la Dani, una persona muy luminosa, o a Michael, que te quita hasta la más grande pena con sus ocurrencias, o a la señora Gisela, una madre luchadora y una muy buena persona, o a Aaron, un alma cariñosa y preocupada de su familia, no hubiésemos conocido a nadie de ellos. Nos hubiésemos perdido de todos esos momentos en los que en serio disfrutamos estar presentes y si, sé que es difícil levantarte y no sentir que seas alguien importante o que estés haciendo algo productivo, porque eso le hemos hecho creer a nuestro cerebro, que no valemos nada sin estudios, ESO NO ES ASÍ. Somos mucho más que todos los estudios del mundo, somos seres humanos imperfectos, que simplemente estan viviendo lo mejor que se puede, somos humanos con errores y aciertos y eso es mucho más real que un ser humano perfecto sin defectos. Este año aprendimos demasiado y eso que te escribo esto en agosto, imagínate, todavía faltan cosas por vivir. Espero que cuando leas esto estés bien anita sol, que sigas siendo luz a donde quieras que vayas. Tkm 💌🌸🌷
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.
Querida Anita de Febrero: me sitúo hace un año ¿recuerdas cómo estábamos? Destrozadas pues, éramos un fracaso porque te diste cuenta que estábamos intoxicadas de autoexigencia y reglas, y ansiedad. Esa no era vida, cumplir con obligaciones y jamás descansar, llevarte al límite por las paes, destrozar tu propia salud a causa de una simple calificación, eso no era para nada sano. Pero sé que en ese momento todavía no procesabamos eso, no lo hacíamos, costó, costó mucho tiempo y lágrimas, muchos baldes de lágrimas. A veces pienso en eso constantemente, en lo mucho que perdí, perdimos a causa de nuestra sobreexigencia, todos esos momentos que postergamos, que dijimos que no queriendo decir que si, en aquellos días en los que ni siquiera veíamos la luz del sol porque estábamos con cuadernos y guías, ni siquiera nos permitiamos estar recostadas sobre el pasto, porque estábamos demasiadas sumergidas en ese bucle infinito, aquel en el que nos ahogamos, poquito a poco. Déjame decirte Anita, que hemos aprendido mucho, que aquel año que pensamos que iba a ser maldito, aquel año sabático que según nosotras iba a destrozar nuestra vida, pues a las finales resultó ser un año en el que aprendimos demasiadas cosas, más allá de los cuadernos, más allá de un lápiz, más allá de un puntaje. Aprendimos y desaprendimos conductas que nos hacían daño, cosas que tuvimos que dejar de hacer por nuestro bien. Si no nos hubiéramos tomado este año, jamás hubiésemos conocido a Don Mario, ni la señora Neve, ni la señora Inés, los cuales son tus jefes y te dieron trabajo, y han sido demasiados buenos con nosotras, demasiado, son personas maravillosas y serviciales. Jamás hubiésemos conocido a la Mari, una compañía llena de risas, o a la Dani, una persona muy luminosa, o a Michael, que te quita hasta la más grande pena con sus ocurrencias, o a la señora Gisela, una madre luchadora y una muy buena persona, o a Aaron, un alma cariñosa y preocupada de su familia, no hubiésemos conocido a nadie de ellos. Nos hubiésemos perdido de todos esos momentos en los que en serio disfrutamos estar presentes y si, sé que es difícil levantarte y no sentir que seas alguien importante o que estés haciendo algo productivo, porque eso le hemos hecho creer a nuestro cerebro, que no valemos nada sin estudios, ESO NO ES ASÍ. Somos mucho más que todos los estudios del mundo, somos seres humanos imperfectos, que simplemente estan viviendo lo mejor que se puede, somos humanos con errores y aciertos y eso es mucho más real que un ser humano perfecto sin defectos. Este año aprendimos demasiado y eso que te escribo esto en agosto, imagínate, todavía faltan cosas por vivir. Espero que cuando leas esto estés bien anita sol, que sigas siendo luz a donde quieras que vayas. Tkm 💌🌸🌷
By YoDelFuturo ®
Haz click aqui para escribirte mas cartas.