Avellaneda, 15 de agosto de 2022 Querida Daniela: ¡Hola Dany! Soy yo, bueno en realidad soy vos, para cuando te llegue esta carta vas a tener un poco más de 60 años, teniendo en cuenta que te escribo desde los 32, seguramente recordaras las vueltas que di para lograr escribir estas líneas, que al hacerlo son las 2 de la madrugada y de fondo suena “Mikrokosmos” ¿La recordás?, te propongo algo: buscala y ponela de fondo. Ahora sí, ¿qué te puedo decir? Si seguramente vos la tenés más clara que yo, siempre supimos que la sabiduría y experiencia vienen con los años bien vividos, pero en fin…como en mi presente, vos sos una proyección de mi futuro, quiero decirte que espero que hayas logrado alcanzar todos tus objetivos y realizar los proyectos que tenías tanto en lo profesional y académico, como en lo familiar, que lo hayas logrado todo y que por sobre todo seas feliz con la seguridad de que estas en donde elegiste estar, haciendo lo que elegiste hacer y te reconozcas a vos misma, que te felicites por el camino recorrido, no te voy a decir que espero que haya valido la pena, porque ya está valiendo la pena. Quiero recordarte esa metáfora sobre las etapas de la vida: como un avión, primero elevamos vuelo lentamente, y aprendemos a volar a la vez que vamos llegando a la cima, una vez ahí aprendemos a mantenernos en vuelo y nos convertimos en expertos pilotos y finalmente, lentamente aprendemos a aterrizar, ¿te das cuenta del hilo conductor de todo esto? Aprendizaje, lisa y llanamente. Hoy estas a las puertas del tercer momento de aprendizaje, de esta metáfora, y por eso, tengo algo que pedirte: No dejes que el hacerte mayor te de miedo, si nunca lo tuvimos ¡¿no lo vamos a tener ahora no!?, no dejes de soñar, de proyectar, de jugar, de leer, de tocar el piano, de cantar a viva voz o bailar pensando que sos coordinada, en fin no dejes de ser y hacer, como hasta ahora, solo porque los años golpean a la puerta; no es más que otra oportunidad de aprender y ¿por qué no también de enseñar?, de seguir enseñando. Quiero preguntarte, ¿qué paso con Musicoterapia?, por más loco que suene, como me gustaría tener la respuesta, pero se que la voy a ir construyendo con los años. Si al momento de leer esta carta, aún no lo hiciste ¡anímate, es ahora!, nunca es tarde, no dejes nada sin hacer, acordate “Lo que acontezca en tu viaje: para bien…o para mal… ¡es tan solo aprendizaje!” Se que debe haber un millón de cosas más que decir, pero si lo sigo pensando esto seria interminable. Así que te propongo algo: que hagas este mismo ejercicio, escribirle una carta al yo futuro, a tu proyección del futuro, seguro tenés mucho más para decir. Daniela Pd: Te deseo un largo y hermoso aterrizaje.
By YoDelFuturo ®
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Avellaneda, 15 de agosto de 2022 Querida Daniela: ¡Hola Dany! Soy yo, bueno en realidad soy vos, para cuando te llegue esta carta vas a tener un poco más de 60 años, teniendo en cuenta que te escribo desde los 32, seguramente recordaras las vueltas que di para lograr escribir estas líneas, que al hacerlo son las 2 de la madrugada y de fondo suena “Mikrokosmos” ¿La recordás?, te propongo algo: buscala y ponela de fondo. Ahora sí, ¿qué te puedo decir? Si seguramente vos la tenés más clara que yo, siempre supimos que la sabiduría y experiencia vienen con los años bien vividos, pero en fin…como en mi presente, vos sos una proyección de mi futuro, quiero decirte que espero que hayas logrado alcanzar todos tus objetivos y realizar los proyectos que tenías tanto en lo profesional y académico, como en lo familiar, que lo hayas logrado todo y que por sobre todo seas feliz con la seguridad de que estas en donde elegiste estar, haciendo lo que elegiste hacer y te reconozcas a vos misma, que te felicites por el camino recorrido, no te voy a decir que espero que haya valido la pena, porque ya está valiendo la pena. Quiero recordarte esa metáfora sobre las etapas de la vida: como un avión, primero elevamos vuelo lentamente, y aprendemos a volar a la vez que vamos llegando a la cima, una vez ahí aprendemos a mantenernos en vuelo y nos convertimos en expertos pilotos y finalmente, lentamente aprendemos a aterrizar, ¿te das cuenta del hilo conductor de todo esto? Aprendizaje, lisa y llanamente. Hoy estas a las puertas del tercer momento de aprendizaje, de esta metáfora, y por eso, tengo algo que pedirte: No dejes que el hacerte mayor te de miedo, si nunca lo tuvimos ¡¿no lo vamos a tener ahora no!?, no dejes de soñar, de proyectar, de jugar, de leer, de tocar el piano, de cantar a viva voz o bailar pensando que sos coordinada, en fin no dejes de ser y hacer, como hasta ahora, solo porque los años golpean a la puerta; no es más que otra oportunidad de aprender y ¿por qué no también de enseñar?, de seguir enseñando. Quiero preguntarte, ¿qué paso con Musicoterapia?, por más loco que suene, como me gustaría tener la respuesta, pero se que la voy a ir construyendo con los años. Si al momento de leer esta carta, aún no lo hiciste ¡anímate, es ahora!, nunca es tarde, no dejes nada sin hacer, acordate “Lo que acontezca en tu viaje: para bien…o para mal… ¡es tan solo aprendizaje!” Se que debe haber un millón de cosas más que decir, pero si lo sigo pensando esto seria interminable. Así que te propongo algo: que hagas este mismo ejercicio, escribirle una carta al yo futuro, a tu proyección del futuro, seguro tenés mucho más para decir. Daniela Pd: Te deseo un largo y hermoso aterrizaje.
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